Informe OBJETIVOS MÚLTIPLES

  1. Manteniendo la calma ante la incertidumbre
  • En un contexto de cierta incertidumbre respecto al escenario internacional (aunque ahora esté más tranquilo) e importantes ajustes de precios relativos (que se mantienen en febrero), el BCRA está dosificando la reducción de tasas, buscando el difícil equilibrio entre no abandonar el sesgo antiinflacionario y al mismo tiempo no volver a atrasar el tipo de cambio. El objetivo múltiple es entendible y meritorio, teniendo en cuenta que acelerar la baja de tasas incrementaría las expectativas inflacionarias, y abandonar las bajas de tasas (ni hablar si se las revirtiera) volvería a atrasar el tipo de cambio, particularmente cuando se revierta la escasez transitoria de divisas que caracteriza al verano.
  • En el mes de enero la inflación minorista nacional llegó al 1,8%, consolidando la tercera ola de subas de precios en la administración Macri, con indicadores que apuntan a un trimestre con ritmo anualizado cercano al 30%. Pero este rebote está fuertemente influenciado por el alza de tarifas, ya que la dinámica de la inflación núcleo está mucho menos acelerada.
  • El rebote inflacionario se agravó en febrero, trasladándose ahora a la inflación núcleo, aunque a un ritmo inferior. Es que nuevamente la principal fuente de incremento son los precios regulados que aportaron un incremento de cerca de 2 p.p. a los precios. La inflación núcleo no quedó incólume debido al traslado de las tarifas y el tipo de cambio al resto de los precios. En este sentido, indicadores de alta frecuencia y reportes privados también registran subas importantes en precios núcleo, como alimentos. Por todo ello, la inflación de febrero se habría ubicado cerca del 3%.
  • En este contexto el BCRA decidió combinar mantener sin cambios su tasa de política monetaria con reducir la tasa de Lebacs de manera moderada (50bps), pero en el límite de lo aconsejable conforme la situación del mercado cambiario. De todos modos las tasas reales de interés ex-ante se mantienen elevadas, aunque por debajo de los valores récord registrados entre noviembre y diciembre pasado, tras las sorpresivas subas de tasas dispuestas luego de las elecciones.
  1. Regresa el carry trade??
  • En el mercado cambiario se insinúa una reducción de la volatilidad, en el marco de una tendencia levemente creciente en el tipo de cambio. La menor volatilidad se identifica con la señal dada por el Gobierno, cuando frenó bruscamente lo que parecía dirigirse a un derrumbe del peso, mediante la intervención del BNA, supuestamente con fondos del Tesoro. Cabe notar que el aumento del tipo de cambio fue el reflejo de una importante formación de activos externos y una mayor salida de inversión de corto plazo (con contrapartida en mayores ingresos).
  • En éste contexto, pese a que el mercado tomó nota de la intervención del BNA, la licitación de Lebacs indicó que sigue predominando la cautela, ya que el mercado se concentró en los plazos cortos, lo que indica que no está nada convencido de que el BCRA pueda mantener un ritmo de reducción de tasas medianamente significativo. El BCRA no renovó el 15% del vencimiento, algo que no es distinto a lo sucedido en meses anteriores (luego de cada licitación, el BCRA tiende a “recuperar” el monto emitido con ventas en el mercado secundario, pases y Leliq), pero que es llamativo para el mes de febrero, cuando cae la demanda de pesos. Asimismo, el plazo promedio ponderado (46 días) de las Lebacs colocadas fue el más corto en más de un año.
  • Con todo, en los últimos días parece haber regresado cierta tranquilidad financiera, deteniéndose la salida de fondos que apuestan al peso (y hasta registrándose algunos ingresos), tras el pico de incertidumbre y de incremento del tipo de cambio. Cierta normalización del mercado internacional, el sostenimiento de tasas reales elevadas y las expectativas de un incremento en la oferta de divisas provenientes del agro (que no estaría lejano) alientan a un escenario de menor incertidumbre.