Informe: Trabajando en Equipo.

1. Metas de inflación más creíbles

– El Gobierno dio un importante paso en su agenda de reformismo permanente con la sorpresiva modificación de las metas de inflación. En el anuncio hizo énfasis en lo realizado en el transcurso de 2017 y anticipó líneas económicas para los próximos tres años.

– Completado un año de metas de inflación formales (y algo más de metas informales), quedaron muy claros los límites que tienen las tasas de interés para hacer bajar aceleradamente la inflación en Argentina. En un marco en que el fuerte incumplimiento del 2017 tornaba prácticamente irrelevante la meta centrada en 10% para el 2018, se decidió cambiarlas, acercándolas a las expectativas del mercado. El anuncio compartido por los cuatro funcionarios más relevantes en materia económica buscó trasmitir una señal de fortaleza y cohesión para el equipo económico en su conjunto, dejando de esta manera atrás las indisimulables diferencias que habían surgido desde hace cierto tiempo.

– En este sentido, el Ministro de Hacienda informó que se deja de trabajar con rangos para hacerlo con un número central y se desplazan un año las metas, de 10% de inflación en el 2018 y 5% en el 2019, a los años inmediatos siguientes, fijando en 15% como meta para el 2018.

– Las nuevas metas abren algún espacio para aplicar reducciones en las tasas de interés. Pero esas bajas deberán ser graduales, no solo para evitar un derrumbe de la demanda de pesos, sino también porque las expectativas de inflación inicialmente subirán.

– Esa suba de las expectativas de inflación resulta inevitable, simplemente porque el nuevo escenario implica el fin del uso del atraso cambiario como base para reducir artificialmente la inflación. Pero esto no implica que la inflación no seguirá cayendo, simplemente lo hará de una manera algo más lenta, pero sin lugar a dudas mucho más saludable, ya que el aporte del atraso cambiario a la baja de la inflación era a todas luces costoso e insostenible, y constituía una real amenaza para la recuperación económica.

– Como corolario de la conferencia de prensa las tasas de las Lebacs en el mercado secundario experimentaron fuertes bajas, de entre 100 y 200 p.b. Estas bajas estarían sobreestimando el giro monetario, que debería ser gradual para evitar cambios masivos de portafolio.

– El anuncio inicialmente retroalimentó con fuerza la tendencia alcista del tipo de cambio, que ya venía de varios días, primero por razones políticas (episodios en el Congreso), y luego por razones estacionales reforzadas por una creciente expectativa de cambios en la política monetaria. Así se consumieron en una semana casi 3 meses de rentas de los Lebacs. En la medida que el BCRA muestre que la baja de tasas será gradual y que resultan posibles intervenciones cambiarias puntuales, la suba del tipo de cambio debería desacelerarse y hasta tener retrocesos puntuales.

 

2. Menor financiamiento al Tesoro por parte del BCRA

– Las autoridades económicas hicieron importantes anuncios dirigidos a funcionar como soporte de la política antiinflacionaria del BCRA, sobresaliendo las reducciones en el financiamiento de la Autoridad Monetaria al Tesoro. Las transferencias pasarán de 4,4% del PBI en 2015 a 1,1% en 2018 y 0,5% en 2019. A partir del año 2020, el BCRA aplicará una “regla de señoreaje”.

– Otro punto trascendente es la definición de una meta fiscal para 2020, ratificando el sendero de paulatina desaparición del déficit. El desequilibrio primario pasará del 4,2% del 2017 a 3,2% en 2018, 2,2% en 2019 y 1,2% en 2020. Asimismo, se anunció que el Gobierno Nacional necesitará USD 30.000 millones para financiarse en 2018, mientras que para 2019 dichas necesidades se reducirán a USD 26.100 millones.

– La coordinación en la fijación de las nuevas metas de inflación, sumada al set de medidas que se acordaron, implica un sendero de inflación en baja más creíble que el anterior. La volatilidad del tipo de cambio sería sólo una reacción a la incertidumbre respecto a que tan menos restrictiva será la política monetaria, por lo que una vez que el BCRA muestre que será gradual, volvería a primar cierta pax cambiaria, claro que a un nivel de tipo de cambio más elevado y menos inmóvil.