Informe Económico. ¿EL VERANITO FINANCIERO VOLVIÓ PARA QUEDARSE?

1 de julio de 2019

 

  1. Tranquilidad cambiaria por ayuda externa y mayor confianza interna
  • Estamos cumpliendo dos meses de estabilidad financiera de la mano de un dólar tranquilo, registros de inflación a la baja y tasas de interés suavemente descendentes. En este sendero, que resulta una condición necesaria para que el Gobierno llegue mejor parado a las PASO de agosto, están confluyendo factores externos (que se notaron con fuerza estas últimas semanas) y factores domésticos. Para corroborar este escenario, el BCRA a través del Comité de Política Monetaria dejó un mensaje de cauto optimismo pero aclarando que no se puede cantar victoria en cuanto a la batalla con el dólar.
  • Desde el punto de vista externo, la FED dejó sin cambios la tasa de política monetaria pero realizó previsiones de posibles recortes antes de que termine el año. Tal como lo venían anticipando los mercados, la FED manifestó que, de ser necesario, podría recortar su tasa de interés de referencia para sostener la expansión de la economía. Estas declaraciones llegaron en medio de una corrección a la baja en sus proyecciones sobre la inflación en Estados Unidos y anuncios del Banco Central Europeo sobre la posibilidad de tener mayor laxitud en su política monetaria.
  • El mensaje de la FED repercutió en los mercados emergentes que tuvieron un importante ingreso de capitales. Así, se registró una apreciación de sus monedas, donde la Argentina lideró el movimiento alcista con un peso fortaleciéndose 5,1% en el mes. En este sentido, la reciente tregua en la guerra comercial entre D. Trump y Xi Jinping no hace más que reforzar dicha tendencia para los mercados emergentes.
  • A nivel interno se pasó el tan temido 22-J de cierre de listas y, lejos de generar volatilidad, las sorpresas en las listas (más que nada Pichetto como VP) trajo menor incertidumbre para grandes inversores y fondos del exterior. En otro orden, la oferta de dólares se incrementó en las últimas semanas por las mayores liquidaciones del sector agrícola, que se suman a la conocida política de ventas de USD 60 millones del Tesoro por parte del gobierno desde mediados de abril (sin intervención aún del BCRA en el mercado de cambio). A la fecha actual las ventas diarias de dólares del Tesoro se ubican en USD 3.000 millones.
  • En este contexto, el BCRA en su COPOM de hoy revisó a la baja el piso de tasa de interés que regirá en julio para situarlo en 58% anual. Es un movimiento donde prevalece la cautela y donde, si bien se reconoce la declinación de la inflación y una menor volatilidad cambiaria, deja aún los rendimientos en terreno positivo. Sin embargo, la baja de tasa de interés no puede hacerse tan apresuradamente, como sucedió en febrero donde llego a tocar los 44% luego de haber estado rondando el 60% en a principio de año , ya que eso podría tener un efecto directo en la volatilidad del dólar.
  • A su vez, la reducción en la tasa de política, ha tenido un efecto directo en los rendimientos de las tasas de mercado para los inversores y ahorristas mayoristas pero no para los minoristas. Esto explica el porqué de la dinámica de las colocaciones a plazo minorista (que en junio crecieron en torno al 4% mensual), que supera ampliamente la dinámica de los depósitos mayoristas (1,9% mensual).
  • Por último, con el objetivo de cumplir la meta de base monetaria y evitar una recalentamiento en la tasa de política monetaria, en un período donde la demanda de efectivo se incrementa, las autoridades monetaria (vía el COPOM de julio) decidieron reducir en 3 puntos porcentuales la exigencia de efectivo mínimo sobre depósitos a plazo fijo, lo cual representa una expansión de aproximadamente $ 45 mil millones.

 

  1. Estabilidad del dólar: no se puede cantar victoria
  • A pesar de tranquilidad cambiaria que estamos atravesando, es claro que la dinámica de la etapa electoral comenzará a influir y con ello podrían aparecer episodios repentinos de volatilidad por encuestas desfavorables al gobierno o cualquier otro hecho más disruptivo del orden externo. Los mismos serían un test para la actual perdurabilidad de la estabilidad cambiaria. Si bien el BCRA, con la posibilidad de intervenir y las elevadas tasas de interés generan una fuerza de contención importante, la demanda comienza a traccionar con mucha más fuerza al acercarnos a las elecciones.
  • Parte de la mayor dinámica en 2019 responde a una inusual demanda proveniente de empresas, que han desviado parte de su capital a la compra de billetes como un activo de riesgo más bajo y donde evitan la imposición de la renta financiera. Así, la compra de billetes en lo que va del 2019, se distribuye casi en partes iguales entre las personas físicas (48%) y las personas jurídicas (52%), situación que no se observa en los años anteriores de la actual gestión.
  • Otro factor que podemos considerar como posible factor de desestabilización son los abultados vencimientos de Letes y de Lecaps que se vienen en los próximos meses. Si bien el gobierno ha pasado con éxito el vencimiento de junio, aún son exiguos los montos que ha logrado pasar como vencimientos en 2020. En julio, último mes antes de las PASO vencen USD 2.304 millones de Letes y $122.465 millones de Lecaps, mientras que en agosto los vencimientos caerán luego de las PASO.
  • Concluyendo, creemos que el Gobierno ha encontrado un camino favorable hasta las PASO montado en la estabilidad financiera (dólar tranquilo con presión bajista) y en el repunte de algunos indicadores de popularidad y confianza (imagen, gestión, menor rechazo, etc). En este terreno resultan más visibles algunas medidas de alivio que se impulsan para morigerar los daños en el nivel de actividad e ingresos de la población.
  • Sin embargo, de ninguna manera se puede cantar victoria ni considerar como una batalla ganada el frente cambiario, ya que la incertidumbre política sigue siendo muy elevada y las chances de un resultado favorable para la oposición son considerables por lo menos en las PASO.


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