Informe Especial: La palabra de moda, “reperfilamiento”.

30 de agosto de 2019

 

La palabra de moda: reperfilamiento

Cerró otra rueda frenética para los bonos argentinos y con una continua sangría en el mercado accionario, aunque con cierta calma -al fin- en el dólar. Para colmo, la imposibilidad de operar fondos comunes de inversión agravó el escenario, en medio de nuevos anuncios sobre la deuda que el mercado no terminó de digerir su impacto del todo.

 

Es hora de analizar la coyuntura con la cabeza bien fría, sobre todo para aquellos que todavía siguen invertidos con activos argentinos. De más está decir que comprar si uno lo ve de afuera es a vuestro propio riesgo, ya queesperamos mucha volatilidad de aquí a las elecciones del 27 de octubre. Preparémonos para un mercado con baja liquidez, con muchas variaciones de precios, oportunidad de fuertes rebotes (incluso intradiarios), pero con un delicado trasfondo macroeconómico y sobre todo político.

 

Argentina debe enfrentar vencimientos de capital y hacer frente al pago de intereses, sumado al déficit fiscal por unos 35.000 millones de dólares el año que viene. Y más aún en el 2020. En un caso normal la deuda se refinancia en los mismos mercados financieros y el déficit es tolerable mientras haya expectativa de repago de dichas deudas. Pero nada de eso está pasando en este momento. 

 

¿Qué está pasando? Se está dando un profundo proceso de dolarización de los portafolios y una caída estrepitosa en la demanda de dinero (pesos), provocada por el resultado de las PASO.

 

La política incide y mucho, porque los mercados se adelantan, y lo que viene es un proceso de mayor estanflación apuntando a mayor estancamiento en los próximos trimestres apuntando al 2,5% de caída del PBI este  año y una aceleración de la inflación a la zona del 55%. Los inversores se cubren y se desprenden de sus activos de riesgo, ya sea acciones o bonos, y más aún si se encuentran denominados en pesos.

 

Un riesgo país por encima de 2200 puntos ya se vuelve totalmente irrelevante, lo que el inversor individual debe mirar es su valor de recupero, es decir cuántos dólares del valor nominal obtendría el inversor en el caso de una propuesta de canje de bonos forzada en un futuro cercano. 

 

Se ha mencionado desde el gobierno que el problema de Argentina es la liquidez de corto plazo y no la solvencia, porque la deuda es sostenible en los niveles actuales. Y por eso anunció un “reperfilamiento” (refinanciación) de los vencimientos de todas las deudas del Estado, sin quita. Se seguirán pagando cupones hasta llegar a un acuerdo. 

 

Pero el mercado no le cree al Gobierno, a juzgar por las paridades en las que se operaron ayer los bonos, nuevamente a la baja, con una enorme volatilidad. La sensación que dio fue que se intenta “patear la lata”, apenas ganar tiempo, y que el mismo problema volverá a corto plazo. Y para colmo, será un tema que deba ser tratado posiblemente por la fuerza electoral opositora que ha endurecido su postura combativa frente al FMI, nuestro mayor acreedor individual. 

 

¿Por qué aceptaría uno reperfilarse voluntariamente? Porque quedaría con un título ilíquido y susceptible de una reestructuración obligatoria bajo otros términos más adelante. Uno elige.

 

Como aspecto positivo se descarta un default a corto plazo. Eso por sí solo debería ponerle un piso a la caída en estos días. Y se despeja la incertidumbre en torno al tratamiento de la deuda, ya que hay un plan y no es pero escenario. Lo negativo es que puede verse como simplemente un intento de ganar tiempo, ya que el stock la deuda es la misma al comienzo que al final.



Deja un comentario