Informe Económico: EL CATEGÓRICO TRIUNFO DE ALBERTO FERNÁNDEZ SIN CHEQUE EN BLANCO

28 de Octubre de 2019

Si se repetía el resultado de las PASO, Alberto Fernández (AF) debería haber sacado 50 puntos y Mauricio Macri (MM) 33%. Las encuestas proyectaban algo así. En algo bastante simple acertaron todas, AF fue un claro ganador por unos 2 millones de votos de diferencia y estuvo cerca de ese 50 % (está en 48,10% con 97% de las mesas escrutadas). Pero MM tuvo una remontada por la cual subió del 33% al 40% que está obteniendo en estas generales. ¿Las razones?: hubo más participación (del 76 al 81%, no todo lo que esperaba el gobierno) que favoreció al actual presidente, lo mismo que la migración de votos de Lavagna y otras fuerzas de derecha y del voto en blanco en PASO hacia MM.
Geográficamente pudo mejorar malos resultados en la zona central del país donde siempre estuvieron sus bastiones. Juntos por el cambio ganó en Córdoba, CABA, Mendoza, Santa Fe, San Luis y Entre Ríos y pudo evitar lo que parecía una catástrofe electoral según los resultados de agosto.

El Frente de Todos ratificó la contundencia de los resultados en PBA (especialmente en el GBA), Patagonia, NEA y NOA que blindaron el triunfo de opositor. Aun sacando la amplia victoria en la PBA, AF gana el resto del país por algo más de dos puntos.

Si bien heladera (vacía) mató cemento y discurso ético-republicano, queda claro que la campaña final del sí se puede surtió efecto (cuando Macri abandonó el marketing ingenuo de Marcos Peña y se lanza a las calles para tomar contacto directo con la gente) y encendió la típica resiliencia anti-kirchnerista/anti- peronista. Está será una minoría muy consolidada, con mucho poder parlamentario y territorial.

Los números provisorios del nuevo parlamento están indicando que el Frente de Todos no tendrá mayoría y quorum propio en Diputados (aunque queda muy cerca, más que Cambiemos en 2015) y si en Senadores. La coalición triunfante tendrá unos 121 diputados (contando las fuerzas aliadas en la coalición) aunque podría llegar al quorum recurriendo a fuerzas aliadas de Santiago del Estero, Misiones y San Luis (entre todos suman 8 legisladores más). En tanto Cambiemos queda con 119 diputados, un número considerable para articular una oposición que contrabalancee cualquier tendencia hegemónica por parte del nuevo oficialismo. En el senado, el Frente de Todos se alza con 38 bancas (una más que el quorum) mientras Cambiemos alcanza a 28 escaños.

Este poder repartido en el Congreso se toma como algo positivo en el sentido de la necesidad de apelar a consensos y negociación para impulsar las futuras leyes. A su vez el hecho de que el Frente de Todos esté cerca del quorum y necesite algo de negociación también es positivo ya que evitaría la tentación de recurrir a gobernar a través de DNU como mecanismo para sortear la imposibilidad de alcanzar mayorías.

Como tantas veces en Argentina, y especialmente como en el 2015, la oposición se alza con el triunfo fundamentalmente por los errores y mala gestión de cambiemos más que por tener una propuesta muy superadora que entusiasmara mucho a la población. El gobierno de Macri fracasó política y económicamente, aunque ello no significó el fracaso como alianza o como partido, que ahora pasa a ser la principal fuerza opositora. Todos los indicadores macroeconómicos más relevantes terminan peor que en 2015, a lo que se suma una crisis cambiaria y financiera muy compleja y una deuda muy grande para reestructurar. Otra manera de observar este fracaso es contrastar con otras experiencias de la región sudamericana para concluir que Macri es de los poquísimos presidentes que pudiendo hacerlo (institucionalmente) no es reelegido (De la Rua que no terminó el mandato y algún caso más fueron también excepciones al amplio dominio de los oficialismos en la primera reelección).

Macri con esta remontada política pudo alejarse tanto él como su coalición del precipicio político que le preanunciaban las PASO, pero el problema es que aún no podemos decir lo mismo de una economía y mercados que caminan cerca de abismo. Con cierta irresponsabilidad el actual presidente permitió que se rifaran reservas muy valiosas con un cepo que era un colador hasta hoy. Se perdieron alrededor de USD 8.000 millones desde el 12 de agosto solo en intervenciones cambiarias para atender demanda de atesoramiento de dólares, con una barrera de USD 10.000 que a todas luces era inadecuada para la restricción externa imperante. El resto para llegar a los más de USD 20.000 de pérdida de reservas se explica por la salida de depósitos y el pago de deuda en moneda extranjera. Dicha irresponsabilidad se completa con anuncios electorales en IVA, aportes personales, ganancias, congelamiento de tarifas y combustibles, créditos UVA, etc. Rifar reservas y deteriorar la situación fiscal (dejando un déficit inercial primario de dos puntos para 2020) más la apelación al miedo del regreso del kirchnerismo fueron los mecanismos utilizados para recuperar más de 2 millones de votos desde la PASO. El objetivo de no enojar más a la clase media tuvo su efecto en CABA donde se evitó el ballotage y Larreta tuvo un triunfo contundente.

A favor del optimismo debe apuntarse el discurso contemporizador de anoche pronunciado por el actual presidente y la invitación a AF para empezar hoy mismo la transición. Es importante que prevalezca la cooperación (ahora que la competitividad electoral terminó) y se encare cierta agenda mínima de consenso sobre los temas más acuciantes para estabilizar la actual crisis financiera y de confianza. Los primeros discursos de la fuerza triunfante dejaron más preocupación que certezas para lograr este último punto. Especialmente el discurso de Kicillof mencionando tierra arrasada y todas las arduas tareas pendientes que hay que encarar en lo económico y son herencia de Cambiemos. Veremos en el avance de los días como resulta la coordinación y el intercambio técnico entre ambos equipos.

La segunda fase de la transición al 10 D

En lo que resulta la primera medida concreta para transitar la segunda fase de la transición hoy el BCRA endureció casi completamente el cepo a través de la Comunicación A 6815, que en síntesis dice:

• Solo se podrán comprar USD 200 por homebanking y USD 100 en efectivo. No se acumulan.
• No hay límites para la compra con tarjeta de crédito en el exterior ni al turismo.
• Las compras con tarjeta de débito en el exterior también tienen límite en USD 200.
• Igual que hasta ahora NO existe ningún límite para retirar los USD que se hayan comprado en el banco.
• Desde una cuenta en USD no existen tampoco restricciones para retirar o usar esos dólares, tanto acá como en el extranjero. Si la cuenta es en pesos ahí si el límite es USD 200 por mes.
• Siguen las mismas limitaciones para operaciones con bonos que las impuestas hasta la semana pasada.
El clima entre ahorristas e inversores quizás este en una tensa calma hasta conocer más detalles del encuentro entre Fernández y Macri, y lo que salga de ahí en términos de ordenar una transición, pero creemos que la presión cambiaria continuará (ahora con las nuevas restricciones) presionando la cotización de los tipos de cambio alternativos.
Los otros frentes para monitorear siguen siendo la aceleración de la salida de depósitos en dólares que empezó la semana pasada y el vencimiento de servicios de deuda en moneda extranjera en un contexto donde es cada vez más necesario comenzar una reestructuración que aleja la asfixia de corto plazo que tiene Argentina en los primeros meses de 2020.



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