Informe Económico: CON CEPO DURO SE ABLANDA LA POLÍTICA MONETARIA

1.   Tras el cepo duro se logra al fin “cuidar las reservas” como quería Alberto Fernandez

· Transcurrida una semana de las elecciones y ya en plena transición al 10-D se logra bajar el stress sobre las variables monetarias y cambiarias que habían tomado una dinámica de crisis imposible de sostener justo antes del 27 de octubre. Dos cuestiones resultan fundamentales para ello: el establecimiento de un cepo casi total que frenó en seco la sangría por intervenciones vendedoras del BCRA y en segundo lugar un marco de mayor cooperación que comenzó con el encuentro de Macri con Alberto Fernández (AF) el pasado lunes, anticipando una transición más normal y donde ya se perciben decisiones por parte del Ejecutivo y del BCRA que tienden a ir en la dirección de “los lineamientos de políticas” con las que se sentirían más cómodos los referentes económicos del presidente electo.

·Además de preservar el nivel de reservas, rápidamente se evidenció mayor tranquilidad en el frente cambiario, donde el dólar formal mayorista se mantuvo en el entorno a los $60. Por su parte, y a pesar de las nuevas medidas, no hubo grandes modificaciones en las paridades cambiarias del sector informal (en parte explicada por la altura del mes donde la demanda de pesos se incrementa), ubicándose la brecha cambiaria con el Contado con liquidación y el blue a niveles de 30% y 12% respectivamente.

·  Integrantes del equipo de AF se manifestaron en varias oportunidades a favor de reducir las tasas de interés para trasladar rentabilidad de los bancos hacia otros sectores. Precisamente y en esta dirección el BCRA estaría actuando en consecuencia debido a que durante la semana anunció la baja de 5 p.p. en el piso de la tasa de política monetaria de noviembre hasta ubicarse en 63%. A pesar del cepo más estricto, la magnitud de baja está relacionada a garantizar un rendimiento positivo en términos reales para los ahorristas en un contexto de incertidumbre.

·  Esta mayor laxitud monetaria se aprecia también en la emisión monetaria, ya que comienzan a largarse pesos “congelados de la base monetaria” para sostener esta rebaja de las tasas y adicionalmente cubrir el agujero fiscal de diciembre y atender algunos vencimientos de deuda en pesos. Desde las PASO ya se produjo un aumento de la base monetaria de aproximadamente $72.000 millones y hacia adelante hay que esperar que el desarme de Leliq y el cambio en los requerimientos de encaje de los depósitos a la vista tal vez implique una emisión monetaria inicial de más de $100.000 millones.

· El subproducto de estas decisiones, en un contexto de mucha debilidad en la demanda real de dinero podría ser una presión adicional sobre la brecha cambiaria o un empujón sobre algunos precios de la economía en tanto los pesos adicionales se dirijan a satisfacer algunos consumos postergados. 

·Queda claro que se está pavimentando el camino en política monetaria y cambiaria para alinearlo más a la orientación que tienen los referentes de AF. Ingresamos a una etapa donde tendremos cepo para buen rato, y donde a través de una tasa de interés mucho más neutra o directamente negativa se intentará revitalizar algo el consumo y desahogar la situación de muchas Pymes. Adicionalmente, la atención de necesidades del fisco vía emisión monetaria en un contexto de mercado internacional de deuda cerrado también formará parte de la formulación de la política monetaria y financiera del nuevo gobierno. Dependerá de la dosis y de otras medidas en materia de política fiscal y antinflacionaria para evaluar el daño o no de esta política. 

 

2.   Que se podría esperar a partir del 10-D en términos cambiarios

·  Aunque el nuevo gobierno tuviera éxito en lograr una reestructuración rápida de la deuda, algo que resulta apremiante dado la asfixia de vencimientos para el arranque del año que viene que deja la actual administración (ya que vencen USD 4.900 millones de necesidades en pesos   y USD 4.000 millones de necesidades en dólares en los primeros 100 días), no caben dudas que tendremos escases de reservas por un buen período de tiempo. Ante esta situación, y descontando que es imposible volver a un esquema normal de mercado sin controles de cambios (MULC tradicional), han surgido distintas voces que anticipan la probabilidad de un desdoblamiento del mercado de cambios, en un segmento comercial y otro financiero (libre y oficializado).

· Creemos que este no sería el camino elegido en el arranque de gobierno del nuevo equipo económico. Si bien es cierto que podría estimular alguna oferta voluntaria de divisas, el problema es que resulta muy delicado liberar el segmento financiero cuando no hay ningún anclaje de expectativas ni garantía de que la presión de demanda no aumentaría estimulando mayor brecha y por ende fijando expectativas devaluatorias sobre una cotización bastante mayor que la oficial. Dicho de otra forma, la cotización a la cual podría recién aparecer alguna oferta de divisas puede resultar ser muy peligrosa para mantener la actual precaria estabilidad del tipo de cambio oficial.

·Recientemente aparecieron declaraciones en una exposición de FIDE de Mercedes Marco del Pont donde se pronuncian en contra también de este desdoblamiento cambiario, y a priori se considera más prudente el status quo actual de cepo recargado que minimiza la dolarización de portafolios y estabiliza el mercado al dólar oficial.



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